Cambiar bañera por ducha en Sevilla
Te ayudamos a cambiar la bañera por una ducha con un trabajo limpio, materiales fiables y una instalación rápida que se adapta al baño que ya tienes.
Especilistas en cambiar bañera por plato de ducha

Cambiar la bañera por un plato de ducha es una de esas reformas que parecen pequeñas pero que transforman por completo la forma de usar el baño. Ya sea por comodidad, por seguridad o simplemente porque la bañera ha dejado de tener sentido en tu día a día, este cambio suele ser la opción más práctica y, si se hace bien, también la más duradera. Nuestro trabajo consiste en adaptar la zona a tu baño real, respetando la instalación existente cuando es posible y corrigiendo lo que haga falta para que el nuevo plato quede firme, nivelado y perfectamente integrado con el resto del espacio.
No se trata solo de quitar la bañera y poner ducha. Antes de empezar revisamos el estado del desagüe, las tuberías, las paredes y el suelo, porque cada baño es distinto y no todas las instalaciones responden igual al paso del tiempo. A partir de ahí tomamos decisiones que tengan sentido para tu caso, asegurando una buena impermeabilización, un sellado correcto y unos remates limpios que no den problemas en el futuro. Es un proceso que hacemos con calma, pero sin eternizar la obra, buscando siempre que puedas volver a usar el baño lo antes posible.
También cuidamos mucho los materiales: platos antideslizantes y resistentes, mamparas que ajusten bien, alicatados que encajen con lo que ya tienes o, si lo prefieres, una actualización parcial para darle un aspecto más moderno. La idea no es venderte un cambio drástico, sino ayudarte a encontrar la opción que de verdad mejore tu baño y que tenga sentido para ti. Al final, cambiar la bañera por plato de ducha no es solo una reforma estética; es una mejora práctica que se nota todos los días, y por eso trabajamos para que quede bien desde la base hasta el último detalle.
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Ventajas de cambiar la bañera por ducha
Cambiar la bañera por un plato de ducha no es solo una cuestión estética: es una mejora práctica que se nota cada día. El baño gana en comodidad, accesibilidad y mantenimiento, y el uso del espacio cambia por completo. Estas son algunas de las ventajas que más valoran quienes dan este paso.
Más comodidad y accesibilidad
El cambio de bañera a ducha facilita entrar y salir sin esfuerzo, algo que se agradece tanto en baños pequeños como en hogares donde la seguridad es importante. Los platos de ducha actuales son antideslizantes y de perfil bajo, lo que hace que el baño sea más cómodo y seguro.
Ahorro de espacio y sensación de amplitud
Al quitar la bañera y poner ducha, el baño respira mejor. Se libera espacio visual, la zona queda más despejada y la estancia parece más grande incluso sin modificar la distribución. Es una de las formas más sencillas de renovar un baño sin una reforma completa.
Instalación rápida y sin complicaciones
En la mayoría de casos, cambiar la bañera por plato de ducha es una intervención ágil que no requiere una obra larga. Revisamos la instalación existente, adaptamos la fontanería y dejamos todo preparado para que puedas volver a usar el baño en muy poco tiempo, sin molestias innecesarias.
Limpieza más sencilla
Un plato de ducha es mucho más fácil de limpiar que una bañera tradicional. No acumula suciedad en rincones complicados y los revestimientos modernos repelen mejor la humedad. Esto se traduce en un baño más higiénico y con menos trabajo de mantenimiento.
Mayor seguridad
Al sustituir la bañera por un plato de ducha, se reducen los riesgos de resbalones y caídas. El acceso es casi a ras de suelo y se puede complementar con barras de apoyo o mamparas más seguras. Es una reforma muy valorada en hogares donde se busca un baño más práctico y seguro.
Mejora estética
El simple hecho de cambiar bañera por ducha ya moderniza todo el baño. Si además se renueva la zona del alicatado o se actualiza la grifería, el cambio es aún más notable. Es una forma económica de darle una nueva imagen al espacio sin enfrentarse a una reforma integral.
¿Cómo trabajamos?
Hacer un cambio de bañera a ducha parece una reforma sencilla, pero cuando quieres un resultado duradero hace falta seguir un proceso ordenado, revisar bien la instalación existente y cuidar cada detalle. Nuestro método está pensado para que tengas claro qué vamos a hacer en cada fase y para que la obra te afecte lo mínimo posible. Así es como trabajamos.
PASO 1
Revisión inicial del baño
Antes de darte un presupuesto, revisamos el estado real del baño: desagüe, tuberías, nivel del suelo, estado del alicatado y posibles filtraciones ocultas. No todas las bañeras tienen la misma base ni la misma antigüedad, y entender qué hay debajo es clave para que el nuevo plato de ducha quede perfectamente asentado.
PASO 2
Retirada de la bañera
Quitamos la bañera de forma limpia, protegiendo suelos y paredes para evitar daños. Durante esta fase dejamos la zona despejada y preparada para trabajar la nueva instalación, evitando polvo innecesario y manteniendo el resto del baño lo más ordenado posible.
PASO 3
Ajuste y mejora de la fontanería
Al retirar la bañera, revisamos el estado del desagüe y de las tuberías. Si necesitan un ajuste o una sustitución parcial, lo hacemos en este momento. Esto es fundamental para evitar problemas de olor, atascos o filtraciones después del cambio de bañera por ducha.
PASO 4
Instalación del plato de ducha
Colocamos el plato con especial cuidado en la nivelación y el agarre. Utilizamos materiales antideslizantes y resistentes, adaptados al uso diario. Esta parte es clave para asegurar un drenaje correcto y para que el plato quede completamente estable.
PASO 5
Reparación del alicatado
Al sustituir la bañera por plato de ducha, siempre queda una zona que hay que rehacer. Trabajamos el alicatado para integrarlo con el resto del baño o, si lo prefieres, renovamos esa parte para darle un aspecto más moderno. Rematamos juntas, sellados y acabados para que no haya filtraciones ni problemas futuros.
PASO 6
Revisión completa y limpieza
Antes de finalizar revisamos desagüe, juntas, sellados, nivelación y funcionamiento general. Dejamos el baño limpio y listo para usar. Nuestro objetivo es que tengas la sensación de estrenar un espacio nuevo, sin preocupaciones ni remedios temporales.
Cambios de bañera por ducha que hemos realizado en Sevilla
En estos años hemos hecho muchos cambios de bañera por ducha en Sevilla y en pueblos de alrededor. Cada baño es un mundo: algunos son muy pequeños, otros tienen instalaciones viejas y otros simplemente están mal aprovechados. Lo que intentamos siempre es encontrar la mejor forma de adaptar el espacio, hacerlo cómodo y que funcione bien en el día a día. Aquí te dejamos algunos ejemplos de trabajos reales, con soluciones pensadas para cada caso y hechas con el mismo cuidado con el que lo haríamos en nuestra propia casa.

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¿Por qué confiar en nosotros para cambiar tu bañera por una ducha?
Experiencia real en cambios de bañera por ducha
Hemos trabajado con baños de todo tipo: antiguos, estrechos, con instalaciones deterioradas o con distribuciones que parecían imposibles. Esa experiencia nos permite anticiparnos a problemas habituales y resolverlos antes de que aparezcan. No improvisamos: sabemos cómo debe ejecutarse este tipo de reforma para que el plato quede estable y sin filtraciones.
Instalación limpia, rápida y sin molestias innecesarias
Sabemos que convivir con una obra en el baño puede ser incómodo, así que organizamos el trabajo para avanzar sin interrupciones. Protegemos la vivienda, mantenemos el baño ordenado y dejamos todo recogido al finalizar la jornada. Buscamos que el cambio sea ágil y que puedas volver a usar el baño lo antes posible.
Materiales fiables y duraderos
Los platos de ducha, las juntas, los sellados y los remates no son detalles menores. Utilizamos materiales antideslizantes, resistentes y adecuados para zonas húmedas, porque un buen resultado empieza en la base, no solo en lo que se ve. Preferimos recomendarte algo que funcione muchos años antes que una opción barata que dé problemas.
Comunicación clara desde el principio
Tanto si es la primera vez que haces una reforma como si ya has pasado por obras antes, es normal tener dudas. Te explicamos qué vamos a hacer, en qué orden y qué puedes esperar en cada fase. La claridad evita malentendidos y te permite tener siempre el control del proceso.
Presupuestos sin letra pequeña
El precio final se calcula en función del estado del baño, la fontanería y los materiales. Siempre te entregamos un presupuesto detallado y coherente, sin costes ocultos ni cambios inesperados. Preferimos ser transparentes desde el minuto uno para que tomes la decisión con total tranquilidad.
Acabados cuidados, porque el detalle importa
En el cambio de bañera por ducha, lo que marca la diferencia suele ser lo que no se ve a simple vista: nivelación, agarre, impermeabilización, remates… Cuidamos cada paso para asegurarnos de que el resultado sea estético, funcional y, sobre todo, duradero.
Opiniones de nuestros clientes
Ana Martín

Decidí cambiar la bañera por ducha porque llevaba tiempo notando que me resultaba incómoda, y quería algo más práctico para el día a día. Vivo en Nervión y me tranquilizó ver que desde el primer momento entendieron bien mi baño y cómo estaba la instalación. Retiraron la bañera sin causar daños, revisaron el desagüe —que estaba bastante deteriorado— y dejaron un plato antideslizante perfectamente sellado. La diferencia en comodidad es enorme y el acabado se nota que está bien hecho.
Carlos Herrera

En mi piso de Triana necesitaba sustituir la bañera por un plato de ducha porque ocupaba demasiado espacio. Lo que me gustó de ellos es que no prometieron “rápido y barato”, sino un trabajo bien hecho. Revisaron la fontanería, corrigieron un problema en el desagüe y el nuevo plato quedó estable, seguro y muy cómodo. El alicatado lo integraron tan bien que parece que el baño siempre fue así. Se nota cuando alguien está acostumbrado a este tipo de reformas.
Lucía Romero

Quería quitar la bañera y poner una ducha para modernizar mi baño sin entrar en una reforma completa. Me aconsejaron sobre el tipo de plato, me mostraron varias opciones y me explicaron qué materiales eran mejores para evitar filtraciones. El cambio ha sido una maravilla: el baño parece más amplio, la ducha es más accesible y el acabado está muy cuidado. Ha sido un proceso limpio, rápido y sin complicaciones.
Javier Ruiz

Llevaba meses pensándolo porque mi bañera empezaba a dar problemas de humedad. Finalmente hice el cambio de bañera a ducha y fue la mejor decisión. Revisaron la fontanería, renovaron un tramo de tubería y dejaron un plato de ducha perfectamente nivelado. Ahora el baño drena mucho mejor y todo se siente más seguro y cómodo. Un trabajo muy profesional y sin improvisaciones.
Patricia González

Mi objetivo era simplemente cambiar la bañera por plato de ducha, pero quería que el resultado se integrara bien con el baño que ya tenía. Me gustó mucho cómo me ayudaron a elegir el plato, el tipo de mampara y los remates. El sellado, las juntas y el alicatado quedaron impecables. Ha sido un cambio pequeño en apariencia, pero enorme en funcionalidad. La ducha se usa muchísimo mejor que la bañera.
Miguel Torres

Buscaba una empresa fiable para sustituir una bañera por ducha para mis padres, y acerté completamente. Fueron muy cuidadosos con la retirada de la bañera, reforzaron la base, ajustaron el desagüe y colocaron un plato seguro, antideslizante y muy accesible. Lo que más agradecí es que explicaron todo con claridad y no intentaron añadir trabajos innecesarios. Ahora el baño es mucho más seguro y cómodo de usar.
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¿Cuánto tiempo se tarda en cambiar la bañera por ducha?
El tiempo depende muchísimo del estado del baño. Hay casos en los que el cambio de bañera a ducha es muy directo: se retira la bañera, se revisa el desagüe y se instala el plato sin grandes complicaciones.
Cuando la instalación está bien, la reforma avanza rápido y en uno o dos días suele estar solucionado.
Pero también ocurre lo contrario. A veces, al retirar la bañera descubrimos tuberías antiguas, muros con humedad o desniveles que conviene corregir. En esos momentos preferimos dedicar un poco más de tiempo a dejar la base bien hecha, porque eso es lo que garantiza que el plato de ducha no dé problemas en el futuro.
En cualquier caso, antes de empezar te damos un plazo realista. Nada de promesas vacías: preferimos explicarte los pasos con claridad para que sepas exactamente cuándo podrás volver a usar tu baño.
¿Hace falta hacer una reforma completa para sustituir la bañera por un plato de ducha?
No, para nada. De hecho, una de las razones por las que tantas personas deciden cambiar la bañera por plato de ducha es porque no requieren una obra grande.
Trabajamos únicamente sobre la zona en la que estaba la bañera: la retiramos, revisamos la fontanería, instalamos el plato de ducha y rematamos el alicatado que queda visible.
Esto permite transformar por completo la usabilidad del baño sin meterse en una reforma integral.
Si el cliente quiere aprovechar el cambio para renovar parte del revestimiento, modernizar la grifería o mejorar la iluminación, también podemos hacerlo, pero no es obligatorio.
El cambio se nota, pero la obra no se hace eterna.
¿El precio puede variar mucho entre un baño y otro?
Sí, y tiene todo el sentido. No todos los baños envejecen igual ni todas las instalaciones están en el mismo estado. A veces, sustituir la bañera por ducha es muy sencillo; otras, encontramos tuberías desgastadas, pendientes mal hechas o paredes que necesitan refuerzo.
El precio final depende de varios factores:
– el tipo de plato que elijas,
– el estado de la fontanería,
– si hay que adaptar el alicatado,
– y de si el baño es pequeño o tiene zonas de difícil acceso.
Por eso preferimos valorar tu caso de manera honesta y preparar un presupuesto claro. Sin letra pequeña y explicando por qué conviene hacer cada paso. Sabemos que hablar de precios genera dudas, y justamente por eso lo dejamos todo bien detallado para que tomes la decisión con tranquilidad.
¿Cómo elijo el plato de ducha y los materiales adecuados para mi baño?
No tienes por qué saberlo. Para eso estamos.
Cada baño tiene unas características distintas: tamaño, ventilación, tipo de alicatado, altura de la base… y lo ideal es elegir materiales que se adapten a todas esas variables.
Cuando nos pides presupuesto, te mostramos opciones que funcionan bien en baños pequeños, en espacios con poca ventilación o en reformas donde la estética es una prioridad.
También te explicamos qué diferencia hay entre platos antideslizantes, resinas, cargas minerales, texturas… y qué combinaciones son las más duraderas.
La idea no es que te vuelvas experto en materiales, sino que te sientas acompañado en cada decisión y que el resultado final tenga sentido para tu baño y para tu día a día.
¿Genera muchas molestias quitar la bañera y poner una ducha?
Es una preocupación muy habitual, pero la realidad es que, si se organiza bien, no tiene por qué convertirse en una pesadilla.
Protegemos suelos y muebles, retiramos la bañera con cuidado y trabajamos de forma muy controlada para que el polvo no se extienda por toda la vivienda.
La zona de trabajo se concentra en un único punto del baño, así que no afecta al resto de la casa.
Además, al finalizar cada jornada dejamos todo recogido para que tu rutina no se vea alterada más de lo necesario.
El objetivo es que la reforma se note solo en el resultado final, no en tu día a día.
¿Es seguro instalar un plato de ducha donde antes había una bañera?
Sí, siempre que el trabajo se haga con una buena base técnica.
Antes de instalar el plato revisamos la base, nivelamos el suelo si hace falta y comprobamos que el desagüe esté en buen estado. Después aplicamos una impermeabilización correcta y sellamos cada junta para evitar filtraciones.
Los platos de ducha modernos son antideslizantes, resistentes y mucho más accesibles que una bañera, así que la seguridad mejora muchísimo.
Este tipo de reforma es especialmente recomendable si tienes personas mayores en casa o si simplemente buscas un baño más práctico y cómodo de usar.